“Cuando vendes un producto de alta gama en un país nuevo, quienes mejor lo pueden introducir son los chefs y la prensa especializada”, comenta Martín.
Padrino de lujo
¿La mejor llave de entrada? Un cocinero español como José Andrés, que cuenta con una sólida reputación en la restauración estadounidense. La puesta de largo del jamón se llevó a cabo en Washington en diciembre pasado, en el restaurante Jaleo, propiedad de José Andrés. La fiesta contó con la presencia del embajador de España en Washington y se dice que Diego Hernández, récord del mundo de corte de jamón a cuchillo, no daba abasto para satisfacer las demandas de los asistentes.
Si el márketing para lanzar un producto nuevo en un país con unos hábitos de consumo muy afianzados es importante, no lo es menos la publicidad.
Convencer para ganar
“Vamos a trabajar sobre todo con prensa especializada, se harán degustaciones, invitaciones a periodistas para que vengan a conocer nuestras instalaciones…”, explica Martín. Su presupuesto para esta partida es de 55.000 euros para 2008 y cuentan con el apoyo del ICEX y de la Junta de Castilla y León.
El ibérico llega a EEUU para quedarse, pero no a cualquier precio, ya que sólo un público selecto podrá pagar los aproximadamente 180 dólares que cuesta el kilo de este preciado manjar. Y eso en una tienda delicatessen: “Probarlo en un restaurante resulta mucho más caro”, especifica Martín.