Pelotazo porque tanto el autor, Nacho Carretero, como la editorial, Libros del K.O., han vendido en una semana 25.000 ejemplares, casi los mismos que habían vendido desde su lanzamiento, hace 3 años. Pelotazo también porque, como reconoce el administrador de la empresa, Alberto Sáez, “está claro que nosotros nunca hubiésemos podido pagarnos una campaña con el impacto que ha supuesto aparecer en todas las cadenas televisivas y las principales cabeceras de medios de comunicación”. El tercer y último motivo para hablar de pelotazo es que, gracias a la incautación del libro de Fariña, se ha generado un efecto de ventas cruzadas que ha permitido a la editorial aumentar la distribución del resto de las obras publicadas. Normal así que algunos autores salgan en la tele pidiendo a gritos que, por favor, les secuestren el libro.
Sin embargo, es absurdo pensar así porque la consecuencia a la que se refiere Sáez con el calificativo “desagradable” es a la prohibición de reimprimir y vender más libros aprovechando el tirón publicitario, como ha hecho Antena 3 con el estreno de la emisión de la serie. Saben, no obstante, en la editorial que los libros prohibidos en su momento aguantan mejor el paso del tiempo. Valgan como ejemplos, los títulos de Lolita, de Vladimir Nabókov, o Doctor Zhivago, de Boris Pasternak, por lo que esperan retomar el éxito de ventas una vez que la juez decida levantar el secuestro que dictó como medida cautelar. “El libro ya funcionaba muy bien antes del secuestro”, recuerda Alberto Sáez.
La otra gran polémica reciente fue la retirada en la Feria de Arte Contemporáneo ARCO de la obra ‘Presos Políticos’, del artista Santiago Sierra. Poco dado a las intervenciones en los medios de comunicación, sí se avino a hablar con Antonio García Ferreras en cuyo programa declaró refiriéndose a Ifema: “les daría las gracias porque no han podido ser más oportunos en la promoción de mi trabajo. Lo han hecho bastante bien”. Poco después de la polémica surgida a raíz de la retirada de su instalación, Sierra vendía la obra al precio final de 96.000€, IVA incluido.
El efecto Streisand
Aunque la censura ha existido siempre, no fue hasta 2003 cuando se bautizó el efecto cautivador que ella produce como el ‘efecto Streisand’. El nombre surge a raíz de un incidente con la actriz y cantante estadounidense Barbra Streisand, quien obligó la retirada de unas fotografías aéreas de su mansión. Poco después, el periódico que las había publicado, San Jose Mercury News, anunciaba que aquella imagen se había hecho tremendamente popular en Internet. Con su intento de censura, Streisand consiguió que una información que en un primer momento pasó prácticamente desapercibida acabase obteniendo una gran repercusión mediática.
Según el psicólogo Arturo Torres, el efecto Streisand puede entenderse a partir de dos conceptos: la psicología inversa y la infoxicación. El primero obedece a un sentimiento de rebeldía que la mayoría de nosotros llevamos dentro. Es decir, que basta que nos prohiban algo, para sentirnos atraídos por ello. Por otro lado, la infoxicación, también conocida como sobrecarga informativa, la explica como “el fenómeno de una producción y acumulación progresiva de información irrelevante en la cual se hunden todo tipo de noticias que, partiendo de ciertos criterios objetivos, puede entenderse que son útiles”. La consecuencia es el olvido rápido de las noticias mientras que las que van acompañadas de mucho ruido suelen perdurar en la memoria colectiva. “Sin embargo, sobre una noticia irrelevante es posible construir una más relevante, por ejemplo, intentando mantenerla oculta. Esto hace que esa información quede «reflotada» y se rompa esa progresión natural que la llevaría a pasar totalmente inadvertida y olvidada en pocos días”, afirma.
¿Cómo lo utilizan las agencias?
A veces las agencias de marketing online tratan de aprovecharse del efecto Streisand. En este sentido, desde la agencia de publicidad Doctor Jekyll señalan ejemplos como alguno de los vídeos que se comparten en Facebook e incluyen susbtítulos como “este vídeo ha sido censurado 30 veces por Youtube, dale al play antes de que lo vuelvan a censurar”. No se sabe realmente si el vídeo ha sido censurado o no, “pero esta incitación a participar en lo prohibido se convierte en una importante llamada a la acción, en este caso la de ver el vídeo”, explican.
Sin embargo, Belén Garrido, responsable de Cuentas y Estrategia de Doctor Jekyll, dice que rara vez el efecto Streisand se produce de manera planificada desde una agencia de comunicación por el miedo a sobrepasar los límites legales o morales establecidos. En este caso, la operación de cálculo sería medir los riesgos con los potenciales beneficios.
Reconoce, no obstante, que incitar a la curiosidad partiendo de lo prohibido puede funcionar muy bien, sobre todo en determinados momentos y escenarios. “En el caso de la obra de Santiago Sierra, por ejemplo, se daba el cóctel perfecto con el tema del ‘procés’ en pleno auge, una feria internacional, inaugurada por los Reyes…”. Planificar todo esto con antelación es lo que a Belén Garrido le parece difícil y arriesgado, especialmente porque para que funcione el público debe percibir un sentimiento genuino de inocencia, no que se trata de una estrategia para vender mas”.
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