EXQUISITEZ EN EL TRATO. “Para medir el grado de satisfacción, nos ponemos en contacto con él y le preguntamos si le ha gustado o hablamos sobre cuestiones que nos pueda plantear”. Esta máxima se aplica con todos los actores de la cadena, desde el propio proveedor de la experiencia, hasta el cliente particular o el cliente empresa, pasando por los distribuidores donde se encuentran las cajas de La Vida es Bella.
INTERMEDIARIOS, SÍ, PERO CON UN MATIZ. El consumidor no pagará más por el hecho de comprar el producto a través de La Vida es Bella, sino que le costará lo mismo que en el caso de contratarlo por su cuenta. Machado quiere dejar muy claro este término. “Somos intermediarios y, como tal, ganamos dinero, pero no cobrando comisiones al cliente; la comisión viene dada por el proveedor de la experiencia”. Llevado a la práctica, en el supuesto de contratar un vuelo con un Mig (caza ruso), ese plus lo abonará la firma o gestor que comercializa los servicios del avión.
LA VUELTA AL COLE, EN SEPTIEMBRE. Por lo menos, para La Vida es Bella. Es entonces cuando presentan en sociedad la nueva colección de actividades. Previamente, de enero hasta mayo o junio, el equipo de contratación llega a acuerdos con todos los proveedores, para conformar la oferta en todas sus vertientes.
PRIMERA TIENDA FÍSICA. Otro de los proyectos pasa por analizar la respuesta obtenida por su primera tienda física, abierta en septiembre de 2009 en Madrid.
UN CATÁLOGO DE 2.500 EXPERIENCIAS
Cosas más raras se han visto. Aunque no existe constancia de que alguien haya flotado (en sentido literal) con Jagger, lo que sí ofrece la empresa, por separado, es experimentar la gravedad cero o pasar unos días en la villa de su satánica majestad. Vivencias al alcance de muy pocos. Por eso, el pack más vendido es el de estancias en un spa, “aunque también existen otros con mucho éxito, relacionados con la aventura”.
Todos ellos forman parte de un catálogo con unas 2.500 experiencias, desde las más exclusivas hasta las más sencillas, divididas en 10 categorías: Top. Aire. Zen. Niños. Velocidad. Naturaleza. Agua. Personal. Sabores y Escapadas. Un abanico donde caben vuelos en globo, descenso de barrancos en los Pirineos o baños con leones marinos.
¿Y cuál es la actividad que le gustaría hacer a Machado? “Bucear al lado del Titanic, para entender mejor qué ocurrió y ver cómo está todo a tantos metros de profundidad. Y es que el contacto con la Historia es lo más bonito que podemos experimentar”.