Bill Gates ha vuelto a ser noticia en las últimas semanas. Aunque, esta vez, se trata de su vida personal. Tras conocer el acuerdo de divorcio con su exmujer, Melinda French, tras varias décadas de matrimonio, algunas informaciones apuntan a que la salida de Gates del consejo Microsoft se pudo deber a una investigación por mantener relaciones con una empleada de la compañía.
Según informa The Wall Street Journal, Bill Gates dejó el consejo de administración de Microsoft después de que la compañía iniciara una investigación sobre una relación romántica mantenida con una ingeniera de la empresa durante años. Una carta de la mujer podría haber sido el detonante de la investigación, aunque un representante de Gates ha negado cualquier tipo de relación con su decisión.
Las aventuras en la oficina de Bill Gates no son nada fuera de lo común
Según algunas encuestas, el 35% de los españoles confiesa haber mantenido algún tipo de aventura amorosa en el trabajo, mientras que el 45% afirma que no le importaría probarlo alguna vez. En definitiva, los líos de faldas de Bill Gates en la oficina parecen no ser nada fuera de lo común en un entorno laboral donde, hasta la llegada de la pandemia, se pasan muchas horas en compañía.
Sin embargo, las posturas al respecto dentro de las políticas de las empresas son diferentes. En el caso de Bill Gates, parece que Microsoft no admite este tipo de relaciones en el trabajo, aunque su gran poder dentro de la compañía puede tener algo que ver. En este sentido, son muchas las empresas que regulan la prohibición de sus directivos a mantener relaciones personales con otros empleados, y que toman como medida directa el despido.
Mientras, en otros casos, la permisividad en estos temas se puede traducir en la propagación de un rumor, incluso antes de que exista una aventura, lo que puede generar serios problemas dentro de la empresa. Sin embargo, la legislación española dice que, en principio, los trabajadores no tienen por qué comunicar a la compañía las relaciones que existen entre ellos fuera de la oficina.
A pesar de ello, los problemas derivados de una relación romántica en el trabajo -más aún, si es tu jefe o jefa, como en el caso de Bill Gates- siguen presentes, y pueden suponer un importante freno a la productividad y el buen ambiente en la oficina si no se toman algunas medidas. En este sentido, una buena política de formación entre los empleados puede ser un punto de partida interesante.
Estas consecuencias suelen ser diferentes, además, según el tipo de relación que se dé entre los trabajadores. Si se trata de un simple «tonteo», basta con que la relación se dé entre ambas parte y exista una comunicación fluida. Sin embargo, este tipo de aventuras, que a menudo empiezan casi como una broma, pueden convertirse en un serio problema, como en el caso de Bill Gates.
Sin embargo, si la relación sigue fluyendo y se convierte en una pareja seria, la cuestión pasa por aprender a separar lo profesional de lo personal ya que, si algo sale mal, en la mayoría de los casos una de las dos partes termina por dejar su empleo.