Es de los que predica con el ejemplo. Defiende la importancia de estar continuamente aprendiendo y él es el primero en ponerse a la faena. No en vano habla nueve idiomas, toca siete instrumentos y tiene cinco licenciaturas. Números de infarto que rechaza achacar a una inteligencia superior sino a unas claves que son las que ha desarrollado en el método 8Belts.com y las que ha desgranado en el libro Los 88 peldaños del éxito.
Cogió el petate rumbo a Estados Unidos con apenas 15 años, “allí me pagaba los estudios con trabajos no cualificados (repartiendo pizzas, cortando el césped) hasta que comprendí que me estaba desaprovechando. Entonces hice una lista de todo aquello que podía hacer aportando valor (daba clases de piano, español, francés), pero aún así sentía que me estaba desaprovechando. Así que empecé a trabajar como intérprete para la policía y a los 20 años para el FBI”. Después regresó a Europa, “y tras sacar mi quinta titulación universitaria, entré en la ONU, en Ginebra, donde empecé a estudiar chino. Luego fui a China a aprenderlo” y ahí arrancó toda esta historia.
EMPRENDEDORES: ¿Cómo nació 8Belts.com?
Anxo Pérez: Para dar solución a un problema que primero sufre el emprendedor y luego lo hace general. En mi caso, llevaba aprendiendo idiomas toda la vida y sentía que, independientemente del país en el que viviese o del idioma que estudiase, siempre se enseñaban mal y se repetían los mismos errores. Así que me dispuse a encontrar soluciones. No quería acabar concluyendo lo que piensan casi todos los españoles: “Soy malo para los idiomas”. No hay formas malas de aprender hay formas mejorables de enseñar. Y de esa idea partió 8Belts.com.
EMP: ¿Y en qué consiste el método?
A.P.: No es una academia de idiomas. Es mucho más. Soy el creador de una metodología que podría revolucionar el campo de los idiomas y de la enseñanza. Nunca he abierto un libro de texto de chino, pero puedo dar un discurso en chino. No sé leer una partitura de piano, pero puedo tocar un concierto. He dado 100 conferencias en los últimos 14 meses y en todas ellas hago música, porque con ello demuestro que la metodología se puede aplicar a todo, incluido a aprender a tocar un instrumento de forma acelerada. Es decir, puedo hacer todas estas cosas no porque sea muy listo sino porque aplico estas claves.
EMP.: ¿Qué claves son esas?
A.P.: Después de llevar toda la vida analizando los idiomas tenía muy claro cómo no aprender y empecé a crear el embrión de la metodología. El método está basado en las matemáticas. Hemos jerarquizado el idioma chino y lo hemos mapeado hasta un nivel de meticulosidad que ni el propio Gobierno chino lo había hecho nunca. Hemos cuantificado y parametrizado la ruta de aprendizaje. La metodología es 100% aplicable a cualquier otro idioma. De momento está en el chino y es posible que saquemos otros idiomas. Hace un mes me llamó el Gobierno de Kazajistán para difundir las claves de la metodología a traes de conferencias porque entienden que 8Belts.com puede revolucionar la enseñanza. El futuro va a ir por la línea de lo que hemos diseñado.
EMP.: ¿Cómo lo puso en marcha?
A.P.: Cuando regresé de China, contacté con un programador para preguntarle cuánto tiempo costaría trasladar todo el método basado en algoritmos matemáticos a un sistema online. Me dijo que un mes, ¡fueron cuatro años! Cuatro años de trabajo a ciegas, sin saber si el mercado iba a decir sí o no y pagándolo todo con mi sueldo de intérprete. Por suerte, el mercado dijo que sí. Puesto en marcha, el primer año fue muy difícil porque nadie nos creía. Nuestro eslogan era “o aprendes chino en ocho meses o te devolvemos el dinero”. A lo primero, nos decían es imposible. A lo segundo, os vais a arruinar. Demostramos que era posible y que no nos arruinábamos, porque el método funciona en el 100% de los casos, siempre que el alumno dedique media hora de estudio al día.
EMP.: Y revolucionó una industria tan madura como la enseñanza de idiomas…
A.P.: La clave es decidir qué no enseñar. Es la tarea del descarte: descarto y así dedico el doble de atención a lo que incluyo. Es decir, si quieres aprender mucho, aprende menos, pero muchísimo mejor. Hay dos errores principales en la enseñanza tradicional: se da demasiada información, mezclando la relevante con la irrelevante, y segundo no se tiene en cuenta cuánta información voy a retener. Nosotros hemos construido un software que impide fugas de información. No cogemos campos enteros (frutas, partes del cuerpo…), sino lo más relevante de cada campo, lo más frecuente y lo más combinable entre sí.
EMP.: Pero una metodología tan desconocida y novedosa debe ser difícil de vender. ¿Cómo consiguió los primeros grandes clientes?
A.P.: Gracias a los momentos atrévete. En mi caso, fueron tres: uno, el abordar a César Alierta en un restaurante para ofrecerle el método. A los dos meses habíamos firmado un contrato para formar a toda la cúpula directiva de Telefónica. Eso nos dio el apoyo económico porque ese primer gran cliente nos proporcionó los fondos para el primer año, algo crucial ya que arrancamos sin financiación externa. El segundo fue cuando me fui a la embajada española en china y le convencí al embajador. Eso nos dio el apoyo institucional. Y la tercera, cuando le lancé el reto a Pablo Motos de que fuese el primer famoso en hablar chino. Lo aceptó y salió en El hormiguero hablando chino conmigo, ¡imagínate la visibilidad y credibilidad que conseguimos! Eso nos dio el poder popular.
EMP.: ¿Cuáles son las razones del éxito de 8Belts como empresa?
A.P.: Una es ser proactivo, no reactivo. La diferencia estuvo en proveernos de un gran equipo comercial que durante mucho tiempo no hubo. Yo creía en la metodología, pero tenía que creerlo el resto del mundo. Había que venderla proactivamente. La segunda fue “crea algo único y el mundo querrá conocerlo”. Nos hicieron 400 entrevistas, éramos portada de los periódicos online y todas las semanas estábamos en la prensa. Tercero, hablar con gente muy conocida: Juanma López Iturriaga, Fernando Romay, Pablo Motos… La cuarta, permitir la prueba gratuita, algo que al principio me daba miedo pero después comprendí que 8Belts.com es casi imposible de copiar.
EMP.: ¿Y los errores más críticos?
A.P.: Todos los errores que se pueden cometer emprendiendo los he cometido yo. Existe una correlación muy grande entre número de fracasos y número de éxitos. Quien fracasa poco es porque arriesga poco y triunfa poco. Prueba mucha, fracasa mucho y acierta mucho. Y eso hicimos: probamos un montón de cosas y la gran mayoría fracasó. Pero a medida que fallas, vas viendo las claves que pueden hacer que funcionen las cosas.
EMP.: ¿Cuál es el mayor enemigo del éxito?
A.P.: El piloto automático. La autocomplacencia. Hacer lo que siempre has hecho porque siempre se ha hecho así. Si siempre se ha hecho así, es motivo para revisarlo, no para mantenerlo. Hay un peldaño en el libro en el que digo “persigue la excelencia cuando ya seas excelente”. Si eres primero y remas como primero, ganarás o no. Si eres primero y remas como último, ganarás seguro. Esa es la mentalidad: la obsesión por la excelencia. Tengo un producto aparentemente único y me sigue obsesionando cómo hacerlo mejor.
EMP.: ¿Qué criterios sigue para seleccionar a su equipo?
A.P.: Me obsesiona fichar a gente brillante. La forma de identificarla es escuchando, teniendo mucha empatía y probando cosas diferentes: si alguien viene para ventas pero es un crack del diseño, tener la flexibilidad para cambiarlo. En nuestra empresa hay poca jerarquía y mucho trabajo por equipos, de manera que el que es jefe de uno en un área puede ser su empleado en otra. El equipo se divide en ejecutores (muy eficientes en la ejecución pero les cuesta pivotar ideas) y pensadores (tienen ideas geniales pero se dispersan en la ejecución). No le pidas a un pez que vuele y a un pájaro que bucee. O sea, debes aprender a sacar lo mejor de cada uno, descubrir sus pozos de petróleo.
EMP.: Siempre ha emprendido solo…
A.P.: Sí. En el eterno debate de si mejor solo o acompañado, no hay una respuesta correcta. Ambas fórmulas tienen ventajas y desventajas. Las mayores ventajas de hacerlo con socios se dan al principio y las de hacerlo solo son después. El año justo antes de lanzar hubiese dado lo que fuese por tener socio. Ahora estoy encantado solo.
EMP.: Y sin financiación externa.
A.P.: En el siglo XXI y siendo una startup puedes hacer muchísimo con muy poco dinero. Si no contabilizas tu tiempo, claro, porque todas las horas que le echas no puede pagarse. Ahí está el dinero: en tu esfuerzo, tu tiempo y tu trabajo.
EMP.: ¿Qué hay después de 8Belts.com?
A.P.: Ahora mismo a 8Belts.com todavía le queda mucha vida, con lo cual no estoy pensando en el siguiente proyecto sino en mejorar el actual. Otra cosa con la que estoy actualmente es que el libro se va a traducir al ruso y a otros idiomas. Estoy dando muchas conferencias también en América Latina.
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[youtube align=’center’ autoplay=’0′]https://www.youtube.com/watch?v=LXBZIfQVDjs[/youtube] [pullquote align=’center’]Crecimientos de tres dígitos
En cuatro años han pasado de 1 a 80 empleados, con más de 15.000 alumnos, con clientes en más de 50 países y sedes en España, Colombia, Francia, China y Estados Unidos y, en palabras del propio Anxo Pérez, “con crecimientos anuales constantes del 400%, lo que nos da un acumulado de casi 3.000% a lo largo de estos años”. Aunque no habla de facturación, sí espera superar los cuatro millones en 2015.
Para este emprendedor de éxito, una de las claves es el equipo: “Tengo un equipo muy, muy bueno, pero estamos creciendo mucho y contratando gente continuamente y me preocupa que siga entrando gente brillante. Estamos ya en un nivel, 80 y subiendo, en el que ya sólo puedo controlar a la gente que tengo a mi alrededor y una de las lecciones más importante ha sido aprender a delegar de verdad. De hecho, yo lo llamo “aprender a pedir cosas” e intento pedirlo todo, porque cuanto más pido, más libre está mi mente para centrarme en lo importante”.
