La primera vez que Tom Horsey visitó España lo hizo en 1992 con la intención de aprender el idioma con el que su abuela, de ascendencia ecuatoriana, pronunció sus últimas palabras antes de fallecer y que no entendió. La estancia fue temporal y no tan provechosa como esperaba, así que cuando un amigo le brindó la oportunidad de trasladarse a Sevilla para montar un departamento de marketing y publicidad online, no dudó en aceptarlo. Esto fue en 1996, aunque su inquietud natural le haya conducido luego por el camino del emprendimiento.
La primera empresa que montó fue Froggie que más adelante derivaría en Mammamobile, especializada en la promoción, monetización y facturación de servicios de contenido y entretenimiento móvil y que ahora empieza también a ofrecer soluciones orientadas al ecommerce. Y aunque acertó con su primer emprendimiento, a Horsey nunca le gustó poner todos los huevos en la misma canasta, así que en lugar de quedarse donde estaba y luchar por hacer la empresa más grande, optó por la diversificación.
Aprovechando que internet representaba todavía una oportunidad para los negocios digitales, siguió lanzando proyectos en este canal hasta configurar lo que hoy es Crazy4media, actualmente un conglomerado empresarial compuesto por empresas complementarias en diferentes áreas del mercado del marketing interactivo.
Pero llegó un momento en el que Horsey se percató de que tenía un fallo. “No sé por qué, pero me di cuenta de que todas las empresas que montaba tocaban techo. Era incapaz de conseguir hacerlas más grandes”, dice. La otra debilidad que tuvo que reconocer “es que yo no soy muy bueno montando procesos para la marcha del día a día de una organización”. La primera solución que se le ocurrió fue dejar de emprender en solitario como había hecho hasta entonces y buscar socios que le ayudaran a montar equipos desde cero para que desarrollaran sus ideas, que en creatividad y estrategia le sobra energía. Desde esta perspectiva ampara el nacimiento de otras muchas startups bajo un método de co-creación en el que Horsey interviene como asesor, inversor, y cofundador.
Así lo hizo hasta llegar a sumar 15 empresas creadas. Normal que llegara un día en el que, manteniendo una conversión con un amigo, le dijera: “te veo agobiado”, y claro que lo estaba. Esto le llevó a un nuevo cambio de estrategia. ¿Y si en lugar de pagar para que otros monten mis ideas invierto para que otros puedan desarrollar las suyas propias?, es la pregunta que se formuló ahora.
A la sombra de más de un centenar de empresas
La respuesta fue el germen de lo que hoy es StartulLabs Spain. Otra solución ambiciosa para la que buscó el respaldo de otros socios y bajo cuyo paraguas opera una aceleradora de startups, un espacio de coworking y un fondo de inversión con el foco puesto, especialmente, en startups andaluzas.
Su andadura como business angel ha sido fructífera, con un ritmo de inversiones que ha ido acelerando con el paso del tiempo. Hasta ahora han participado en cerca de 60 startups, las 11 últimas en plena pandemia. La apuesta en la aceleradora es por proyectos en fases iniciales, “que es donde yo creo que puedo aportar más valor”. Aunque se declaran “agnósticos” la mayoría de los proyectos que respaldan se dirigen dentro de las áreas que mejor conocen como marketing digital, el ecommerce o el smart mobility, donde Horsey figura como uno de los fundadores del Hub de Movilidad Conectada, una asociación de agrupa a decenas de compañías del sector de España y el resto de Europa.
Más del 70% de los proyectos acelerados en StartupLabs son de equipos andaluces, en los que invierte desde 10.000 hasta 100.000 euros. Y aunque, entre tanto bandazo, es difícil seguir la estela de las empresas que se vinculan a Horsey de una u otra manera, la suma que nos sale a nosotros supera el centenar. En otra publicación hablaba de 46 empresas, entre fundadas y cofundadas, más las creadas por otros en las que participa con mayor o menor porcentaje de capital.En las ocho empresas más vinculadas a mí como fundador (Crazy4Media, Froggie, Mammamobile, Startuplabs Spain, Agilia Center, Avocado Labs,…).Entre sus muchas participadas se encuentran, por citar algún ejemplo, OpenWebinars , Ciclogreen, Transeop y Chekin . Está también detrás de éxito de Mox , un grupo logístico expertos en la última milla, popular por ser una de las pocas que contrata y pone a los rider en nómina.
En su faceta de business angel
En cuanto a su papel como inversor, la última noticia es que acaba de diseñar un fondo de 40 millones de euros para seguir ayudando al crecimiento de startups andaluzas “porque vemos proyectos con un gran recorrido”. Además de este fondo, StartupLabs se ha presentado a licitación de un concurso público lanzado por la Junta de Andalucía de otro fondo de inversión de 12.5 millones de euros para startups.
Decir también que, replicando el modelo español, Horsey puso en marcha hace unos años el StartupLabs Malta, donde realiza un trabajo similar con proyectos locales.
“Me doy cuenta de que tengo facilidad para resolver problemas que a otros les cuesta semanas descifrar-dice-por eso me dedico a esto”. Y aunque como a cualquier inversor le gusta ganar dinero, Tom Horsey valora también mucho el capital humano y el potencial de cada individuo para contribuir en la medida de sus posibilidades a hacer un mundo mejor. “Tengo una manera de pensar muy de economista y considero que cada uno tiene la obligación moral de hacer lo que mejor sabe hacer. Leí hace poco un artículo de un banquero que subía un vídeo a youtube haciendo un panecillo. Pensé, con lo que este banquero cobra a la hora, ¿a cuánto sale ese panecillo que además le saldrá como un churro? Mejor que cada uno se dedique a lo que mejor hace y a mi se me da bien el emprendimiento, la estrategia y resolver problemas de otros. Esa es la forma con la que puedo ayudar a hacer un mundo mejor”, declara este emprendedor/inversor, hijo de madre holandesa, padre medio ecuatoriano, afincado entre Sevilla y Malta, pero que se sintió inglés hasta que llegó el día en el que el Parlamento Británico aprobó el Brexit. “Ahora ya no sé de dónde soy”, concluye.