Las nuevas generaciones experimentan cambios más rápidos en su vida, lo que hace que su forma de ver, consumir y vivir estén en constante evolución. Esto ha hecho que todo lo que está a su alrededor también sufra cambios a una mayor velocidad, como ha ocurrido con las empresas, quienes deben adaptarse a las nuevas necesidades a través de la innovación. Esta transformación ha sido especialmente destacable en el sector agroalimentario, y es que este, no ha parado de evolucionar en los últimos años.
Esta apuesta por la innovación, según un estudio realizado por INTEC, ha incrementado la inversión en el sector agroalimentario a nivel mundial en un 45% en 2020 en comparación con el año anterior. Estos cambios han sido necesarios para conseguir una mejoras rápidas que se adaptaran al momento y a las necesidades de la población.
¿Cuáles son los cambios más significativos en este sector?
• Sostenibilidad: la sostenibilidad durante este periodo se ha convertido en tendencia desde un concepto integral, tanto en su dimensión medioambiental, pero también sociodemográfica y económica. De ahí que haya habido un auge en la creación de envases más sostenibles, evitando los de usar y tirar, y apostando por materiales susceptibles de ser 100% reciclables.
• Alimentación saludable: los consumidores durante esta época se han preocupado aún más por su bienestar y sistema inmunitario, lo que ha provocado un aumento de la alimentación saludable. Esto ha hecho que se haya apostado más por ingredientes con probióticos, prebióticos o postbióticos, quienes se han convertido en protagonistas de la innovación en el segmento de la alimentación funcional.
La mayor apuesta por la comida real y menos procesada, ha afectado al consumo de productos con azúcares añadidos, grasas trans o sal. Esto ha beneficiado en gran medida a las empresas agroalimentarias, las que en su mayoría buscan producir alimentos más naturales y ecológicos.
• Mecanización y automatización de procesos: muchas de las empresas del sector, han visto la necesidad de de apostar por la adquisición de nuevas tecnología y han aumentado su inversión en innovación para poder estar a la altura de las necesidades de la sociedad.
Esto ha hecho que la mecanización y automatización de procesos, incluso la introducción de tecnologías como la Inteligencia artificial, machine learning e internet de las cosas se hayan convertido en ejes principales a la hora de producir, pues han facilitado la predicción y la anticipación, consiguiendo mejorar la eficiencia operativa de las empresas del sector.
Esta nueva industria 4.0 también contribuye a conseguir un sistema alimentario más sostenible, saludable y seguro.
• Auge de los productos plant-based: cada vez son más las personas que buscan alternativas a la carne, lo que ha supuesto un auge para la industria agroalimentaria.
Aunque esta nueva tendencia no solo busca la proteína vegetal, sino que va más allá. Lo que ha hecho que se prueben nuevas opciones, como la creación de nuevos alimentos a partir de insectos, ya que además está prevista la actualización de las normas específicas de higiene alimentaria. Esto ha hecho concienciar a las empresas del sector la importancia de renovarse y adaptarse a los nuevos intereses de los consumidores.
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