La elección de una cuenta bancaria es una decisión fundamental para pequeñas y medianas empresas. No todos los negocios funcionan de la misma manera, por lo que habrá que tener en cuenta diversos factores que permitan seleccionar la opción que más se adapte a las necesidades que se buscan cubrir.
En primer lugar, será determinante fijarse en el tamaño de la empresa y el tipo de operaciones que necesitará realizar. Si se trata de una empresa de pequeño tamaño que se limita a operaciones muy básicas, como transferencias, sería conveniente elegir una cuenta simple sin comisiones.
En el siguiente nivel de complejidad encontramos a empresas que necesitan llevar a cabo otro tipo de gestiones bancarias, como el cobro con TPV o el cobro en otras divisas. Cuantos más sean los requisitos, más difícil será encontrar una cuenta que los reúna todos, pero existen unos factores clave que nos permitirán adecuar nuestra elección al máximo.
En estos casos en los que las empresas cuentan con mayores necesidades operativas, aunque resulte una obviedad, la mejor recomendación que se puede hacer siempre es comparar. Si somos conocedores de las propuestas de cada banco, tendremos mayor capacidad de negociación de las condiciones y podremos encontrar la cuenta que más se adapte a la empresa. La mayor oferta se encuentra en los bancos tradicionales; sin embargo, comienzan a surgir alternativas como Qonto, Triados o Targo Bank que merece la pena valorar. Dentro de estas opciones, habrá aspectos claves que debamos evaluar para tomar la mejor decisión.
Facilidad para el pago de recibos
Uno de los factores que más cabe destacar es la posibilidad de domiciliación y pago de recibos. La mayoría de empresas tienen una serie de pagos y cobros mensuales que conviene automatizar. En este mismo sentido, es fundamental que la cuenta facilite realizar estas operaciones con entes públicos como pueden ser la Agencia Tributaria o la Seguridad Social. También dentro de este punto entraría el pago automático de las nóminas de los empleados o el pago a los proveedores habituales (por ejemplo, la compañía telefónica).
Otro aspecto comentado anteriormente que resulta importante para algunos negocios es la posibilidad de cobro con TPV. Si nos encontramos ante una empresa que ofrece sus servicios de cara al público y cuya forma de cobro es habitualmente presencial, se debe considerar que los clientes podrían pagar con tarjeta, por lo que necesitaremos un terminal. Conviene revisar este punto con atención ya que cada banco establecerá distintas comisiones y tarifas y puede ser la diferencia entre seleccionar una u otra cuenta.
Además de los puntos anteriores, las transferencias continuarán siendo una de las operaciones más realizadas por cualquier empresa, por lo que lo más recomendable es tratar de contratar una cuenta que no aplique comisiones por ello, la mayoría ya no cobra por esto. Tanto para el pago a proveedores como a trabajadores, ya sea dentro o fuera de España.
Un punto menos significativo pero igualmente importante es el de las operaciones realizadas mediante tarjeta. También en esta ocasión, debemos buscar entre las ofertas aquellas que no conlleven ningún tipo de tarifa o comisión por pago con tarjeta o retirada de dinero del cajero, entre otros. Y hay que tener en cuenta si necesitaremos más de una tarjeta, por ejemplo tarjetas para empleados.
Cuentas online y neobancos
Una vez analizados los factores clave en cuanto a operatividad, conviene estudiar la usabilidad. Esto se traduce como los aspectos que hacen más cómodo manejar una u otra cuenta. Aquí debemos recalcar el auge de los bancos con cuentas online. Cada vez son más las empresas que deciden utilizar este tipo de cuentas por las facilidades que ofrecen. Aparece en este sentido, además, una nueva opción, el neobanco.
Los neobancos son aquellos que realizan el 100% de sus operaciones de forma digital y se gestionan exclusivamente desde aplicaciones móviles o plataformas para computadoras personales. Lo cierto es que a día de hoy todavía no existen muchos que ofrezcan cuentas empresariales pero ya podemos encontrar algunos como Qonto, Revolut o N26 Business. La mayor desventaja es que no permiten domiciliar pagos y cobros de entes públicos y no se pueden hacer ingresos en metálico pues no disponen de cajeros propios.
Dando un paso hacia atrás, encontramos los bancos tradicionales que cada vez se están digitalizando más y ofrecen lo mejor de ambas partes: la comodidad y agilidad de los trámites online, y las múltiples posibilidades en cuanto a operaciones. Es por ello, que quizá son una de las mejores opciones. Además, estas cuentas suelen tener un coste menor, al no requerir tanto personal de gestión. Algunos ejemplos de banca online de las entidades tradicionales en España son la la Cuenta Negocio de BBVA, la Cuenta Santander One Empresas o la Cuenta Profesional de Bankinter.

Josep García, autor de este artículo, es experto en finanzas y fundador del sitio web de ayuda financiera mejor-banco.com.