POLO positivo impulsa el ‘retrofitting’ (actualizar equipos para evitar tirarlos)

El retrofitting permite optimizar equipos existentes reduciendo costes, minimizando impacto ambiental y fomentando la economía circular.

Consiste en la modernización y reacondicionamiento de maquinaria como estrategia clave para alargar la vida útil de los equipos, reducir residuos y promover una industria más sostenible.

POLO positivo, la primera aceleradora de proyectos industriales impulsada por Grupo Correa, Grupo Cropu, Hiperbaric, Antolin, Aciturri, Gonvarri y Fundación Caja de Burgos, refuerza su apuesta por el retrofitting.

Dentro del ecosistema de POLO positivo, varios proyectos emprendedores muestran cómo la innovación puede aplicarse al retrofitting y a la modernización industrial.

Transformar equipos antiguos

Impulsadas y mentorizadas por la aceleradora, estas iniciativas reflejan cómo las iniciativas están adoptando soluciones prácticas y tecnológicas para problemas reales del sector industrial, contribuyendo a la competitividad de las empresas y a una industria más sostenible y circular.

Sazam Industrial es un gran ejemplo de ello. Liderada por Alba Zamanillo y Daniel Saiz y mentorizada por Cropu a través del programa IMÁN de Ideas, ofrece una combinación única de retrofitting, diseño, digitalización y mantenimiento especializado.

Su propuesta permite transformar equipos antiguos en activos de alto rendimiento, proporcionando datos en tiempo real que optimizan la operativa y prolongan la vida útil de la maquinaria.

Este enfoque no solo reduce los costes asociados a la adquisición de nuevas máquinas, sino que también contribuye a la sostenibilidad ambiental, al evitar el desecho prematuro de equipos industriales.

Digitalizar lo analógico

Por su parte, Iothing, dirigido por Diego Moreno, aborda otro desafío crítico de la industria: la digitalización asequible de componentes analógicos.

Nacido como un proyecto con un único producto, desarrollando la digitalización de manómetros analógicos, Iothing ha evolucionado hacia una empresa de conectividad que ayuda a evitar la obsolescencia de los componentes industriales, con un claro enfoque en sostenibilidad y reducción de la huella de carbono.

Gracias al apoyo de POLO positivo, Diego ha recibido mentoría, colaboraciones con socios promotores y pruebas de concepto en compañías como Aciturri, lo que ha permitido que su prototipo avance hacia un producto que ya se encuentra en el mercado.

Apuesta por un crecimiento responsable

Javier Cuasante, responsable de área de dinamismo empresarial de Fundación Caja de Burgos y oficina técnica de POLO positivo: “En nuestra aceleradora, la sostenibilidad no es solo un criterio más: es uno de los valores fundamentales que guía la selección de los proyectos que apoyamos.

Buscamos iniciativas que no solo sean innovadoras y viables, sino que también generen un impacto positivo en el medio ambiente y en la sociedad. Creemos que apostar por la sostenibilidad es apostar por el futuro de nuestra industria y por un crecimiento responsable y duradero.”

Los socios promotores de POLO positivo, Grupo Correa, Grupo Cropu, Hiperbaric, Antolin, Aciturri, Gonvarri y la Fundación Caja de Burgos, son motores de inspiración para estos proyectos. Aportan su experiencia en modernización tecnológica, eficiencia energética y sostenibilidad industrial, mentorizando y proponiendo iniciativas que impulsan proyectos de alto valor estratégico para la industria.

Recuperar las máquinas retiradas

Entre los socios promotores de POLO positivo destacan diversas iniciativas que refuerzan la importancia del retrofitting como vía estratégica para alargar la vida útil de los equipos, reducir el impacto ambiental y mejorar la competitividad industrial.

Un ejemplo clave es Grupo Correa, que a través de Correa Service impulsa proyectos de reacondicionamiento de maquinaria y realiza intervenciones completas de retrofitting sobre máquinas herramienta retiradas del mercado.

Su experiencia permite recuperar equipos industriales obsoletos, modernizarlos tecnológicamente y devolverlos a la producción con altos estándares de fiabilidad y precisión, aportando un modelo claro de economía circular aplicada al ámbito industrial.

Plásticos reutilizados

En esta misma línea, Antolin ha consolidado un enfoque de sostenibilidad que también se relaciona con la filosofía de la economía circular.

La compañía recicla recortes de fabricación de plásticos termoestables, como los empleados en techos de vehículos, para convertirlos en tableros destinados a aplicaciones constructivas; reintroduce materiales plásticos reciclados en la producción de componentes interiores de automoción; y trabaja activamente para aumentar el porcentaje de materiales sostenibles y reciclados en sus productos. 

Energías renovables en la industria

Por su parte, Hiperbaric integra el retrofitting en su visión de ciclo de vida completo del producto a través de su estrategia de “Ecodesign”, orientada a reducir el impacto ambiental de sus equipos desde su diseño hasta el final de su vida útil.

A ello se suma la modernización de sus instalaciones con sistemas de autoconsumo fotovoltaico y otras medidas de eficiencia energética, que refuerzan un modelo industrial más sostenible, eficiente y alineado con la prolongación de la vida útil de sus tecnologías.

La apuesta de Aciturri por la descarbonización y la modernización de procesos también incorpora acciones claramente vinculadas a la circularidad.

La compañía ha puesto en marcha un ambicioso plan de descarbonización 2024–2050 y participa en proyectos como H2ELIOS y diversas iniciativas dentro de Clean Aviation, orientadas al desarrollo de tecnologías aeronáuticas de bajas emisiones.

Además, moderniza sus plantas mediante la incorporación de energías renovables, optimización de consumos y medidas de eficiencia energética.

Grupo Cropu aporta al ecosistema una sólida capacidad industrial y un claro compromiso con la modernización productiva, elementos clave para impulsar el retrofitting y la actualización tecnológica de la oferta industrial.

Mejor, acompañadas

Finalmente, la Fundación Caja de Burgos, también como socio promotor, fortalece este ecosistema industrial apoyando iniciativas de emprendimiento, aceleración y transferencia de conocimiento.

Su labor facilita que startups como Sazam o Iothing no solo puedan desarrollar tecnologías de retrofitting y digitalización industrial, sino hacerlo acompañadas del conocimiento estratégico y operativo de grandes compañías, acelerando la adopción de soluciones que refuerzan la sostenibilidad y la competitividad del tejido productivo.

POLO positivo es una aceleradora de proyectos industriales. Gracias a sus programas IMÁN de ideas, DESAFÍO industrial e IMPULSO pymes, las entidades promotoras pretenden apoyar una nueva generación de emprendedores y pymes que permitan el desarrollo de proyectos innovadores, sostenibles y que generen riqueza y empleo en el sector industrial.

DESAFÍO industrial identifica retos del sector para buscar soluciones reales. La aceleradora también desarrolla IMÁN de ideas para impulsar y desarrollar los proyectos de los emprendedores del sector industrial, así como tecnológico o que presten servicios a la industria.

IMPULSO pymes, es la iniciativa que busca fortalecer el tejido empresarial con el apoyo a pequeñas empresas ya constituidas y con potencial de crecimiento.